Los mensajes de Whisper (antes Gaucho)

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Esta consultante me escribió porque tenía serios problemas con su caballo Gaucho. A ella le gustan mucho las actividades ecuestres de la tradición y el caballo no quería saber nada. Todo el mundo le decía que "vendiera a ese caballo, que no servía para nada". Ella prefirió preguntarle al caballo cómo mejorar la relación entre ellos. Lo que sigue fue la comunicación que establecimos.
Un año después, tienen esta relación que ven en la nueva foto. Nata no se resignó, escuchó a su compañero y ahora son realmente amigos.
 
 
 
Whisper dijo:
“Me gusta que seamos amigos. Me gusta la vida libre y en compañía de mis amigos. Cuando eso pasa, soy feliz. Soy un caballo extremadamente sensible. Todo lo que pasa alrededor me afecta. Las idas y venidas de caballos y otros seres, los cambios en general. No me gustan los movimientos bruscos, no me gusta que me obliguen a nada. Cuando me respetan, me tienen paciencia y me ven, soy capaz de hacer amigos y entregarme sin problema. Ponete por un momento en mi lugar y date cuenta, si sos un ser sensible, cómo es que te traten a los “ponchazos”. Se siente mucho más intensamente. Y lo que dan ganas es de salir corriendo y si no se puede, defenderse como se pueda.
Elsa (la perra) y yo nos comunicamos permanentemente. Me encanta que seamos amigos. Me gusta que venga al campo con vos.
Gracias por dejarme las crines largas. Me hace bien sentirme libre y natural.
Me gustaría tener otro nombre, más suave, que me represente (con su humana probamos Whisper (susurro) y le gustó)”.
 
Preguntas
 
¿Qué te da miedo?
En algún momento, hubo movimientos muy bruscos y quisieron obligarme a hacer cosas (lo veo resistiéndose, alguien tironeándolo y él queriendo irse). Mientras más me “pelean”, peor me pongo. Necesito respeto, suavidad. Me asusta la brusquedad, me asusta lo nuevo. Cada vez tengo que adaptarme y cuando no me dan tiempo para entender y aprender (a mi ritmo), eso me estresa y me agota mucho. Y se me inflama mi ojo.
Como puedo ayudar a calmar tus miedos?
Teniendo mucha paciencia. Enseñándome cosas nuevas, para que pueda aceptarlas con serenidad. Pero necesito que escuches mis tiempos, que no son los humanos. Son tiempos caballo. Y tiempos caballo de alguien sensible y un poco traumatizado. (Le di una fórmula de flores de Bach para darle, que lo ayudarán un montón).
 
¿Querés un Box?
Lo más importante para mí es estar con mi amiga equina. Quizás estaría bueno estar bajo techo cuando llueve, o a la noche, pero nunca solo. Y tampoco encerrado. Me aterra quedarme encerrado. Y no me gusta quedarme solo. Si existe el riesgo de soledad o encierro prefiero quedarme como estoy.
 
¿Puedo montarte?
Me gustaría que antes hiciéramos mucho trabajo de abajo, poder confiar plenamente en vos y viceversa. Que aprendamos cosas nuevas juntos, que vos recuperes tu confianza, ayudarnos mutuamente. Estoy en tu vida para ayudarte a recuperar la confianza (es algo que ambos necesitamos). Que vayamos de a poco, con muuuuucha paciencia. Con firmeza pero con suavidad. Entonces, podré considerarte mi madrina y podamos salir a pasear como amigos.
 
¿Por qué no podemos salir a pasear?
Porque todavía no estoy completamente confiado y relajado. Necesito que me ayudes a relajarme y a confiar, enfrentando diversas cosas nuevas, de a poco, suavemente, para que yo entienda que no es peligroso. Andá enseñándome de a poco, casi desde cero. Como si estuvieras enseñando a un potro, pero sabiendo que soy adulto. Tengo una enorme sensibilidad y gran capacidad de aprendizaje, pero muchas veces me pasaron por encima. Entonces, siento que al estar cerca de humanos, tengo que estar permanentemente en alerta, por las dudas.
 
¿Tenés muy corta visión?
Sí, es intermitente. El estrés me afecta especialmente. Pero si logramos que vos puedas acompañarme a confiar, cerca tuyo estaré bien y no tendré ningún problema. Me funcionan muy bien el olfato y el oído, además de la percepción energética y la sensibilidad de mi piel. Imaginate que es como si tuviera un gran globo de sensibilidad alrededor mío (a un metro de distancia de mi cuerpo). Entonces todo lo que sucede, lo percibo, me afecta.
 
¿No te gustan los desfiles de tradición?
La verdad es que no. Me asusta, me pone tenso el ruido, la gente amontonada, “tener que hacer” las cosas de una determinada manera. Me gusta la libertad. Me gustaría que pudiéramos construir un vínculo de mutuo respeto y confianza.
 
Si no querés que te ensille y monte no lo hago, pero ¿puedo enseñarte ejercicios de abajo?
¡¡Síiiii!! Por favor. Me encantará que hagamos cosas juntos, aprender a confiar el uno en el otro. Enfrentarme a cosas nuevas sabiendo que alguien va a protegerme sin obligarme, atravesar desafíos juntos, respetando mis tiempos. Eventualmente, quizás podamos ir a pasear juntos. Pero antes necesito aprender a relajarme en contacto con los humanos.
 
¿Le temes a los gauchos?
Sí, no me gusta que sean bruscos conmigo. Ellos no piensan como nosotros y creen que son los que mandan, entonces, para nosotros son depredadores y a esos hay que huirles y si no se puede, atacar para defendernos. Y para nosotros (caballos) lo importante es confiar, sabiendo que nadie va a hacernos daño (el miedo es nuestra principal estrategia de supervivencia, no es de malos, sino de necesidad de sobrevivir y protegernos).
 
¿Prueba de riendas te gustaría entrenarte?
No me gusta mucho lo que implique que las cosas “deben hacerse” de una manera determinada. Preferiría que aprendiéramos juntos algo más “libre”. Me gusta lo natural. Eso me hace sentir relajado. Quizás podamos aprender juntos, una vez que hagamos mucho vínculo de abajo (si en libertad, mucho mejor) a montar de manera más “libre”, liviana. Soy un caballo de libertades. Eso te traigo como mensaje central. Luego, podremos salir a galopar juntos.
¿Extrañas?
Sí, cuando me separan de mis amigos, sí, aunque tengo una gran capacidad de hacer amigos nuevos.
 
¿Sos capaz de ayudarme a mostrarle a la gente como se comportan los caballos?
Claro, pero primero necesito que vos entiendas cómo nos comportamos los caballos (que te pongas en mi cabeza y mi sensibilidad) y cómo es necesario que se comporten los humanos para que los caballos confiemos en ustedes.
 
¿Confías en mí?
Sí, estoy en eso. Mi propuesta es que construyamos juntos una relación de confianza. Te quiero y sé que querés lo mejor para mí. Necesito que me entiendas y te pongas en mi cuerpo. Vamos a lograrlo, ya verás.